“¿Usted tiene déficit? Si. ¿Usted crece? No. Entonces ¿Qué tiene? Deuda”. Parece un teorema, o un silogismo. Pero esa es la respuesta de Carlos Melconian cuando el periodista Antonio Oieni le preguntó sobre el cruce de estos días preelectorales entre el oficialismo y el macrismo. Polemizan sobre quién endeudó más. “No me interesa el problema de la deuda, sino el de la macroeconomía. Si es en dólares o en pesos, no importa. Lo importante es si después podés pagar”.
En el ciclo multiplataforma “Hablemos de lo que viene”, que El Tribuno viene desarrollando durante la Semana de la Industria, el economista y expresidente del Banco Central habló con un lenguaje popular, que revela sus orígenes en Valentín Alsina, un barrio del Conurbano Sur, y de la escuela Industrial de Avellaneda. “Acá se habla de la deuda con la camiseta puesta, como si fuera un Boca - River, y la realidad es que, en esta materia, están iguales los tres últimos gobiernos, aunque el actual es cómodo puntero del endeudamiento”.
“Miremos los números, todos los números, sin hacer trampa. Si un gobierno tiene inflación y no crece, tiene déficit y tiene que endeudarse”.
¿Por qué el de Fernández es cómodo puntero? Porque mientras que sus antecesores tuvieron inflación y cero crecimiento, el actual registra una fuerte caída del producto en los 21 meses de gestión, acumula 100% de inflación y un déficit que supera ampliamente a sus antecesores. Y, además, duplicó a casi seis billones de pesos el circulante. “Cristina reventó los ahorros de los jubilados y los 40 mil millones de dólares de reserva del Banco Central, y sin crecer aumentó más del 13% el gasto público (en relación con el PBI); Macri se endeudó en dólares y Alberto Fernández emitiendo mone da”.
“El problema no es si la deuda es en dólares o en pesos, sino que hay que pagarla. Si uno gasta más de lo que tiene, tiene que financiarlo, liquidando reservas en dólares o los ahorros del sistema previsional (Cristina); tomando con dólares en el mercado, como Macri, o emitiendo, como Alberto. Pero la deuda es la deuda. Y la emisión, tarde o temprano, revienta al Banco Central”.
Melconián advierte que, desde el año 2007 no crece el empleo privado. Y de las 22 millones de personas que forman parte de la población económicamente activa, 7 millones tienen empleo informal.
La inflación es una cuestión central. “Si sobre 187 países, solo diez tiene inflación, es porque la inflación no es normal, el que paga el costo es el asalariado”, opinó Melconian.
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“¿Usted tiene déficit? Si. ¿Usted crece? No. Entonces ¿Qué tiene? Deuda”. Parece un teorema, o un silogismo. Pero esa es la respuesta de Carlos Melconian cuando el periodista Antonio Oieni le preguntó sobre el cruce de estos días preelectorales entre el oficialismo y el macrismo. Polemizan sobre quién endeudó más. “No me interesa el problema de la deuda, sino el de la macroeconomía. Si es en dólares o en pesos, no importa. Lo importante es si después podés pagar”.
En el ciclo multiplataforma “Hablemos de lo que viene”, que El Tribuno viene desarrollando durante la Semana de la Industria, el economista y expresidente del Banco Central habló con un lenguaje popular, que revela sus orígenes en Valentín Alsina, un barrio del Conurbano Sur, y de la escuela Industrial de Avellaneda. “Acá se habla de la deuda con la camiseta puesta, como si fuera un Boca - River, y la realidad es que, en esta materia, están iguales los tres últimos gobiernos, aunque el actual es cómodo puntero del endeudamiento”.
“Miremos los números, todos los números, sin hacer trampa. Si un gobierno tiene inflación y no crece, tiene déficit y tiene que endeudarse”.
¿Por qué el de Fernández es cómodo puntero? Porque mientras que sus antecesores tuvieron inflación y cero crecimiento, el actual registra una fuerte caída del producto en los 21 meses de gestión, acumula 100% de inflación y un déficit que supera ampliamente a sus antecesores. Y, además, duplicó a casi seis billones de pesos el circulante. “Cristina reventó los ahorros de los jubilados y los 40 mil millones de dólares de reserva del Banco Central, y sin crecer aumentó más del 13% el gasto público (en relación con el PBI); Macri se endeudó en dólares y Alberto Fernández emitiendo mone da”.
“El problema no es si la deuda es en dólares o en pesos, sino que hay que pagarla. Si uno gasta más de lo que tiene, tiene que financiarlo, liquidando reservas en dólares o los ahorros del sistema previsional (Cristina); tomando con dólares en el mercado, como Macri, o emitiendo, como Alberto. Pero la deuda es la deuda. Y la emisión, tarde o temprano, revienta al Banco Central”.
Melconián advierte que, desde el año 2007 no crece el empleo privado. Y de las 22 millones de personas que forman parte de la población económicamente activa, 7 millones tienen empleo informal.
La inflación es una cuestión central. “Si sobre 187 países, solo diez tiene inflación, es porque la inflación no es normal, el que paga el costo es el asalariado”, opinó Melconian.
“El problema es la macroeconomía, y esto no es cuestión de camisetas ni de opiniones, sino de números”, insistió varias veces en la entrevista. “Y los tres gobiernos tuvieron la misma inconsistencia macroeconómica”, subrayó, para dejar en claro que está lejos de cualquier grieta y que la verdadera grieta que le preocupa es la que separa “Berretalandia” de un país con posibilidades de crecer.
Ese término, “Berretalandia”, tiene su copyright. Pero no es el país del populismo, o del kirchnerismo, como pudiera sospecharse a partir de su participación en el gobierno de Mauricio Macri y su concepción económica, absolutamente distante del “vivir con lo nuestro”. Berretelandia es el país donde la política y la economía no funcionan de acuerdo con los datos de la realidad. Se aferran a circunstancias favorables, como el precio del petróleo o de la soja, y no planifican para el futuro. “Patean para adelante y más adelante, veremos”. Fue cáustico al referirse al ministro Martín Guzmán: “¿Un graduado en EEUU que cae tan rápido en las redes de ‘Berretalandia’?”. Guzmán anunció un acuerdo con el FMI en el que, hipotéticamente, no se reduciría el gasto público ni desalentaría el crecimiento del consumo. En cambio prevé aumentos de impuestos y mayor eficiencia tributaria. “¿A quién le está hablando el ministro?”, se preguntó Melconian?
Aguantar el cero a cero pateando todo para año el que viene
Tres preguntas muestran la tensión preelectoral y la incertidumbre frente al futuro.
¿Llega el Gobierno a las elecciones de noviembre? Según Carlos Melconian, el interrogante se divide en cuatro: con las vacunas, considerando el ideal de 70% de la población con las dos dosis, “si llega, llega finito”. Más que por la llegada de vacunas, el economista tiene dudas sobre el ritmo de vacunación. La segunda variable, los votos: “un economista que se desentiende de la política es un marciano; si se deja envolver por ella, fracasa”, advirtió, pero cree también que no es lo mismo que el Gobierno gane o que pierda, y que sea por amplio o estrecho margen. “También, creo, llega finito”. Con los dólares, el tercer item, llega sin “poder de fuego” y con algo de oro y un swap chino “que es decorativo”, y con la inflación y la reactivación económica se salva raspando.
“Ellos patean todo para adelante y yo creo que va a venir un tsunami de pesos”. La enorme emisión de 2020 se sintió en el primer semestre. Ahora, piensa, volvieron a hacer funcionar la maquinita, pero eso se va a sentir el año que viene.
“Berretalandia no necesariamente explota” ironizó, “pero no creo que el actual gobierno pueda abandonar Berretalandia”.
¿Cómo se hace para salir?
“Primero, que los voceros no hablen como la candidata Tolosa Paz o la ministra Frederic”. Calidad de vida es educación, salud, seguridad y transparencia. “Hace falta lograr que el país deje de caer, y que se atreva a buscar un cambio de régimen donde se deje de lado el chiquitaje y el oportunismo. Sin inversión y con inflación, es decir, con fragilidad macroeconómica endémica, el más perjudicado es el asalariado”.
Sin embargo, Melconián consideró que en la actual situación lo más importante es “mantener el cero a cero todo lo que se pueda hasta que una nueva política esté en condiciones de avanzar en un cambio institucional”.
EL ANÁLISIS
“El desendeudamiento del que habla Cristina Kirchner es un mito, porque le pagó deuda a los extranjeros, pero liquidó al Banco Central y liquidó al fondo de pensión, pero no a las AFJP, liquidó los ahorros de doña Rosa que estaban en la AFJP, los mandó a la Anses y esos ahorros que iban a ser de los jubilados a futuro, los capitaliza con nuevo bono a la Anses, y terminó el partido ahí”.
“Macri dejó atrás el subendeudamiento encubierto, pero no pudo corregir la fragilidad macroeconómica. Para hacerlo, cualquier gobierno necesita preparar el terreno, tomar decisiones y hacer una reforma que sea sostenible en el tiempo. Pero con inflación, crecimiento cero y déficit, el endeudamiento es inexorable. No me importa si la deuda es en pesos o en dólares. Hay que crecer para poder pagarla”.
“A este gobierno fichas no le pongo, porque para abandonar Berretalandia necesitas políticas que no hablen como la candidata a diputada (Victoria Tolosa Paz), ministros de Seguridad que no hablen como Sabina Frederic.Berretalandia es más que la economía, es un cambio general de la Argentina, de sus políticos, de cultura, de enseñar a los pibes que educado, sano y honesto se puede ir a la cama también”.